21 octubre 2010

Conmueve al país el crimen de un joven en enfrentamiento sindical


Mariano Ferreyra es llevado en ambulancia, herido, al Hospital Argerich, al que llegó muerto.


En un confuso enfrentamiento entre trabajadores ferroviarios en la estación bonaerense de Avellaneda resultó asesinado de un balazo el joven estudiante Mariano Ferreyra, de 23 años y militante del Partido Obrero, y fueron heridas tres personas más, una de ellas de gravedad. El hecho generó el repudió del gobierno nacional y todo el arco político, además de organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos. Aún no hay detenidos.

El enfrentamiento, al que varios testigos califican de una emboscada, fue entre trabajadores de la Unión Ferroviaria y obreros tercerizados despedidos que se habían movilizado para reclamar por sus fuentes laborales, acompañados por militantes del Partido Obrero (PO) y del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR).

Los heridos fueron trasladadas al Hospital Argerich. La más grave, Elsa Rodríguez, de 56 años, también del PO, fue operada por recibir un balazo en el cráneo y tiene "pronóstico reservado". Dos hombres de 27 y 30 años que se encuentran "fuera de peligro".

La presidenta Cristina Fernández manifestó su decisión de "identificar a los autores materiales a intelectuales" ya sea "sindicales o políticos" (ver aparte).

Como consecuencia de la muerte del militante del PO, partidos y agrupaciones de izquierda resolvieron concentrarse hoy desde las 17 en la intersección de las avenidas Corrientes y Callao, en Capital Federal, para desde allí marchar hacia la Plaza de Mayo para exigirle al gobierno el esclarecimiento del hecho.

Anoche militante del PO y otras organizaciones de izquierda marcharon a la estación de trenes de Constitución en señal de repudio (ver página 10).

La CTA anunció un paro nacional a partir de la cero hora de hoy que comprenderá a trabajadores estatales, docentes y no docentes, de hospitales, entre otros servicios (ver página 11).

La investigación quedó radicada en el Juzgado de Instrucción Nº38, a cargo de Susana Wilma López, y en la Fiscalía de Cristina Caamaño Iglesias Paiz, quien fue en persona a conocer el estado de salud de los heridos. La investigación busca desentrañar si se trató de una emboscada (ver página 9).

testimonios. Según los primeros testimonios y pruebas que se recogieron en el lugar, los manifestantes se desconcentraban luego de no poder cortar las vías, como era su intención, porque se los impidió la policía, cuando otras personas (supuestamente de la Unión Ferroviaria) les empiezan a tirar piedras. Los del PO y el MTR les replicaron con las piedras y ahí es cuando, por lo menos, dos sujetos sacan armas y empiezan a disparar.

Un joven que se identificó Damián Reynoso afirmó que "los disparos fueron efectuados por civiles cuando los trabajadores ferroviarios perseguían con palos y piedras a quienes fuimos a reclamar por la reincorporación de los cesanteados".

El titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, justificó en un primer momento los incidentes —sin saber aún que había un muerto y dos heridos de bala— al destacar que los trabajadores ferroviarios impidieron el corte de vías "en defensa de sus fuentes laborales".

Investigadores de la Policía Federal tratan de identificar a las personas que dispararon armas de fuego y fuentes de la fuerza informaron que durante la pesquisa los detectives de la comisaría 30 hallaron al menos una vaina de proyectil calibre 38 que era sometida a pericias por parte de la Policía Científica.

Pablo Villalba (ver aparte), integrante de la asamblea de tercerizados del Ferrocarril Roca, denunció que "gente de la Unión Ferroviaria" montó una "contramarcha con un grupo de trabajadores efectivos y barrabravas de Racing", que habrían causado los incidentes en Avellaneda.

Desde la oposición, todos los partidos (la UCR, el PRO, el Peronismo Federal, el socialismo, Proyecto Sur y la Coalición Cívica, entre otros) repudiaron el hecho y pidieron el esclarecimiento del crimen.

También expresaron su repudio Madres de Plaza de Mayo y otras organizaciones de derechos humanos y sociales.

Los partidos de izquierda fueron mas allá y compararon el asesinato de Ferreyra con la muerte de Darío Santillán y Maximiliano Kostecki, responsabilizando directamente al gobierno nacional de su relación son el sindicalismo y los hechos ocurridos ayer al mediodía.

Lo vio morir

"Mariano murió en mis brazos", aseguró Damián Reynoso, compañero de militancia y amigo de Mariano Ferreyra. "Cuando nos desconcentrábamos baja la patota del puente a la calle; el cordón policial se abre y empezó el caos. En un momento vi a Mariano tirado y me quedé con él. Cuando la ambulancia llegó, ya estaba llena", contó.


Fuente: La Capital
http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2010/10/21/noticia_0008.html

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