14 abril 2010

Pueblos originarios de Colombia gravemente amenazados por la minería transnacional

COLOMBIA
Indígenas Embera difunden dramática documentación fotográfica - Asesinadas 22 personas, entre las cuales hay varios niños

Bolzano/Bozen, Göttingen, Viena, 8 de abril 2010


La Asociación para los Pueblos Amenazados (APA) está muy preocupada por las noticias dramáticas que llegan desde la selva tropical en el noroeste de Colombia. Con un correo electrónico enviado a la APA y a la organización austriaca SOS Regenwald, algunos representantes del pueblo indígena Embera informan sobre los ataques militares que han sufrido varias comunidades del departamento de Chocò a partir de enero 2010. Las agresiones, en parte cumplidas con helicópteros, causaron la muerte de 22 personas y de por lo menos ocho niños. Los representantes Embera también enviaron una documentación fotográfica espantosa. Las fotos fueron tomadas con una cámara que Richard Weixler, presidente de SOS Regenwald, regaló a una comunidad Embera justamente para poder documentar los abusos sufridos. Aún hay que verificar las responsabilidades exactas de los terribles crímenes pero como solamente el ejército colombiano posee helicópteros, por lo menos parte de la responsabilidad debe ser de los militares regulares.

Con mucha probabilidad las agresiones a las comunidades Embera tienen que ver con los planes de desarrollo gubernamentales para la región. El gobierno de Colombia ha otorgado a las transnacionales Muriel Mining Corporation (USA), Anglo Gold Ashanti (Sudáfrica) y Glencore (Suiza) el permiso de deforestar 16.000 hectáreas de selva en los departamentos de Chocó y Antioquia para sucesivamente instalar minas para la extracción de oro, cobre y molibdeno. Las licencias tienen una validez de treinta años. Sin embargo las concesiones son ilegales pues por un lado 11.000 hectáreas del territorio en cuestión son, según la constitución colombiana, de propiedad de los mismos Embera y por otro lado las concesiones así otorgadas violan el Convenio internacional OIT 169. No cabe duda que las substancias tóxicas utilizadas en la minería contaminarían a los ríos y por lo tanto a todo el medio ambiente aún caracterizado por una increíble biodiversidad.

En una votación organizada gracias al apoyo de varias organizaciones ambientales y de defensa de los derechos humanos, las 270 familias Embera de la Colombia septentrional manifestaron su voluntad de no abandonar sus tierras a pesar de la amenazadora presencia de cuerpos militares y policiales. Entregar la propia tierra a las transnacionales significaría abandonar a la selva e junto a ella la propia identidad y cultura. Los Embera recogen de las selva todo lo que necesitan para vivir. Varios grupos de indígenas hasta decidieron retirarse en aislamiento voluntario. Sin embargo la violencia militar ha desalojado y desplazado a muchas familias, la desesperación ha llevado a muchos al suicidio y en los pasados años cientos de personas, principalmente Embera, han sido asesinadas.

Fuente: Gesellschaft für vedrohte Volkër

http://www.gfbv.it/2c-stampa/2010/100408aes.html

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