12 febrero 2010

Gastre: un poblador denunció “usurpación de campo” de parte de empleados de la minera

11/02/2010
Enviado por Humberto Kadomoto
IRINEO PEREYRA LINARES DENUNCIÓ USURPACIÓN DE CAMPO
“Para mí, los de la empresa me están verseando…”
El caso de Irineo Pereyra Linares de Gastre es uno de los tantos de avasallamiento que testimoniaron los vecinos. Con visible indignación, Irineo explicó que a su campo “entraron los de la empresa minera sin avisar”, ni pedir permiso ni mostrar autorización alguna de cateo o exploración.

De las 10 mil hectáreas que tiene, le catearon 9 mil en estas condiciones. “Fue todo muy raro- recordó- cuando entraron al campo a mi no me avisaron y en mis recorridas habituales a caballo encontré a una persona a la que le pregunté qué estaba haciendo, me dijo que venía cateando desde Río Negro y que seguía con los cateos hacia abajo… ante mi cara de sorpresa me indicó que cuando venía cateando entró al campo sin permiso porque no sabía que tenía dueño… y esa fue la única respuesta que me dio…y se fue”.
Irineo que camina con dificultad porque tiene sus dos piernas quebradas por amansar caballos, dijo que no los había visto entrar al campo porque poco se puede mover. Habían pasado un par de meses cuando en sus cada vez más escasas recorridas fue a dar una vuelta. Observó una camioneta en el medio del campo y le hizo señas para que se acercaran al caballo “pero aceleraron y se escaparon, no me dieron tiempo a nada, se fueron…”.
Dijo que a partir de ahí empezó a desconfiar que había gente metida en su campo “haciendo cosas malas”, y no dejaba de preguntarse como era posible que si esas personas sabían que el campo está alambrado “pasaban sin permiso… tendrían que haberme ido a ver a la casa y no lo hicieron… entonces en algo raro andaban…”.
Irineo dijo que pasaron dos años y que en el 2003 entraron nuevamente al campo donde se llevaron muestras de tierra y piedras pero que no los pudo agarrar. “Otra vez se escaparon a toda velocidad”.
En su relato, manifestó que en el 2004 le llegó una nota de la Dirección de Minas donde le avisaban que su campo había sido cateado, “entonces me fui al Juzgado de Paz, hice una nota al Jefe de Minería para decirles que en mi campo no podían trabajar porque era propiedad privada y porque nunca me habían pedido permiso para hacer cateos. Pero me respondieron que ya lo habían cateado… y el jefe de minería de Rawson me dijo que todo lo que yo había echo en el Juzgado de Paz era nulo… pero yo le respondí que a mi campo no van a trabajar de prepo, porque tengo un capital de 1500 lanares, 150 chivas y 50 yeguarizos. Son míos y no me los van a tocar ni a afectar mi tierra”.
Dudas
Linares lamentó que una aguada importante de su campo se haya secado por completo, principal perjuicio que endilga al trabajo minero. “No puede ser la sequía porque hemos pasado meses sin lluvias y nunca se secó nada. También hay otra aguada que está cerca de donde la mina está trabajando y se ha secado completamente, por eso tengo dudas y creo que me han echo alguna excavación en la tierra pero no la puedo encontrar, porque ahora salgo poco con el caballo, apenas si puedo moverme. Calculo que algo me hicieron en el campo porque no se puede secar una aguada que existió siempre…”.
“Me están verseando”
Irineo dijo que hace unos días atrás se encontró con el geólogo que estuvo cateando en su campo, y le preguntó qué categoría de minerales había descubierto, porque en una de las notas que le llegó de la Dirección de Minas le pusieron, “usted tiene minerales de categoría A; entonces quisiera saber de qué se trata porque nadie ha venido a hablar conmigo. No se que están haciendo porque nunca me pidieron permiso para entrar, así que directamente no se de que se trata la cosa. Ahora los de la empresa me dicen que la tierra se las quedó el Estado pero yo les dije que el Estado no se puede quedar con mis tierras porque cuando compre el campo me lo vendieron y tengo los papeles, para mi que los de la empresa me están verseando…”.
A la Comisaría
Irineo dijo que voluntariamente fue a la comisaría para dejar sentado que “cuando yo encuentre una camioneta que entró sin pedir permiso a mi campo, no van a salir más, ni la camioneta ni la gente porque los voy a acorralar con las armas… y ya se lo dije al Comisario que me tomó el acta… se lo dije bien clarito al Comisario. El día que entren de callados a mi campo, no van a salir más…”.

Fuente: Diario de Madryn

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