12 febrero 2010

La minera va “desterrando” chubutenses de la Meseta Central

LOS CAMPOS CON LOS QUE YA SE QUEDÓ LA FIRMA EXTRANJERA


Enviado por Humberto Kadomoto
La empresa “Argenta” cara visible de Panamerican Silver, se está quedando con la Meseta Central merced al cansancio de muchos pobladores que no están en condiciones de lidiar con una multinacional dispuesta “a todo”, como dicen muchos de los vecinos. Un buen número de propietarios de campos decidió la venta de la tierra, abandonando la zona y buscando otros rumbos y otra vida. Otros, terminaron rindiéndose ante el “acoso” de convivencia que fueron sintiendo y las grandes limitaciones que surgen para sostener la producción campera, a partir de la escasez de agua que se está sufriendo. Sea por lo que fuera, la peregrinación de amigos y vecinos se ha convertido en un simplificado pero sentido lamento social que lleva a la conclusión de cómo la empresa minera se va quedando con sus tierras, su pasado y sus formas de vida.
Cada vecino “rendido” por la extranjera extractiva, es una batalla perdida para el ánimo de los pueblos del centro de Chubut. Para colmo, así lo muestra hasta el modo de accionar. Primero las casas se contangian de la inmobilidad del horizonte, luego, taperas y roidas por el viento y la sequedad del ambiente, son azotadas por las máquinas hasta convertirse en cemento muerto, testigo de las ausencias nuevas.
Así fue el caso –dicen- de Isidro Raile cuya casa y todo lo que tenía en pie está destruido. El campo de Sarmiento Santana –que asegura estar arrepentido de haber accedido a la propuesta de la empresa porque no solo le han hecho 540 pozos sino que todavía le deben 3 hectáreas más y no le han hecho su casa en el otro campo que le dieron- seguirá el mismo destino.
Otro de los campos que ya está en manos de la minera es el de Aristóbulo Motenegro, cuya casa está abandonada, sus corrales vacíos y todas sus pertenencias desterradas. Solo quedan los últimos vestigios de una cómoda residencia de campo que alguna vez fue, como mudo testigo de la vida que durante varias generaciones, atesoró este alejado lugar del mundo.
Todo indica para los pobladores de la Meseta que en poco tiempo su cultura, ese modo de vida que eligieron, y su soberanía, ese derecho a ser que tenían, se van a perder para siempre.

Plan colonizador

Y a muchos, poco y nada sorprende que así sea. De hecho el año pasado, el periodista ambiental Luis Manuel Claps ya advertía sobre la cuestión del avasallamiento étnico y poblacional planeado en esa zona. En un interesante informe publicado en “Oro Sucio”, aborda el informe presentado por la empresa remarcando que este se autodenominó ´sin complejos´ "línea de base etnográfica". En él se especifica que la cuestión indígena se reduce a esto: "Los ritos aborígenes se han perdido. No se practican ceremonias religiosas tehuelches o mapuches. Aparentemente, solo un escaso porcentaje de los descendientes aborígenes reconocen públicamente su origen, aunque sus apellidos así lo demuestren". Con estas palabras: perdido, escaso, pérdida, no poseen identidad manifiesta.
El Informe Ambiental del Proyecto (sic) fue realizado por el Lic. Ricardo M. Bagalciaga, conocido artífice del ingreso de empresas mineras de capitales foráneos al territorio durante los gobiernos radicales,
Según el informe del licenciado en geología Bagalciaga: "no han sido reconocidos sitios con algún interés especial en las áreas cultural, histórica, antropológica o paleontológica. Tampoco se identificaron lugares especiales de culto aborigen ni se han encontrado restos culturales tales como aleros rocosos con pinturas rupestres, enterratorios, cuevas que hubieran sido habitadas anteriormente, picaderos o lugares con restos antropológicos que pudieran haber sido lugar común de encuentro o de permanencia. No se encontraron restos culturales líticos". Para decirlo rápido, en la zona de interés minero no hay nada. Nada, que les preocupe afectar, y mucho menos personas, modos de vida, costumbres… ¿Que la minería es tan inofensiva como la agricultura? ¿Qué esta minería extranjera no tiene planes y acciones “colonizadoras? Qué vá! Delirio de gauchos afectados por el sol, de ambientalistas politizados y de periodistas sin títulos amarillos, dicen los que saben. Y habrá que creerles…

“Me puse a llorar”

Delfina Retamar que desde hace unos años vive en Gan Gan porque con sus más de 80 años le cuesta andar por el campo, Pese a su dificultad para desplazarse, con sus “huesos a cuesta”, no quiso perderse la oportunidad de participar del encuentro de vecinos en “El Salitral”. En un momento tenso tomó la palabra para expresar con sus ojos llenos de lágrimas todo el sentimiento de angustia que vivió cuando paso por la casa de Don Isidro Railef y la vio toda destruida. “Era mi vecino cuando yo vivía por Chacay Oeste, y sentí mucho dolor al ver como los mineros destruyeron su casita y todas sus cosas, su aguada que era su orgullo está seca… Me baje a mirar como estaba todo derrumbado y me puse a llorar…”, expresó sintetizando el desarraigo, el cambio impensando y la desolación propia que puede traer el “progreso” ajeno.

“Lucho por el futuro de mis hijos”

Carmen, una vecina de Gan Gan dijo que están esperando a alguna autoridad de Medio Ambiente para que explique lo que la minera hará en la zona “pero hasta ahora nadie vino, no sabemos que pasará en la localidad porque si se hace la explotación con cianuro y a cielo abierto, nosotros la agarramos de lleno porque toda la contaminación vendrá para la localidad”.
Carmen que participó de la reunión que se hizo tanto en “El Salitral” como en Gan Gan dijo que ella estaba ahí por sus hijos y los niños del lugar, “que son el futuro”. “No quiero que esta zona termine toda contaminada, y voy a luchar para que eso no ocurra”, aseguró.
En tanto, Rita Bosoni dijo que ella no permitirá que nadie venga a tomar las tierras y que participa de las reuniones entre vecinos para defender los intereses de los pobladores que están siendo directamente “avasallados” por la minera.

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